La falsa carta ying yang del impostor
Soy el consejero amigo amoroso con ojos azules de una linda dama que no es
la primera sino la primerísima. Tengo patas de pato que salmodia al servicio
del rey Opus que maneja sus derechas al antojo de un suflé de San Antonio y
soy el Mincetur y sus ganas de escondernos el Acuerdo Transpacífico (TPP) en
materia de internet con las ganas de ser el "1984" con sus cadenas en nuestras
libertades.
Soy la revocatoria, como arma democrática de defensa y ataque, la
puede tomar el hampón corrupto para ejecutar la revancha política. Igual, el D
y E quieren sus escaleras y sumergirse en sus primeras necesidades y la clase
media ansía un tráfico ordenado y menos ratas.
Soy Antauro Humala, al que lo mueven peor que maraca de brujo de celda en
celda. Él es TED. Y su amo titiritero es ya sabes quién. Soy Siomi Lerner que
no se quema al decir que Movadef merece una oportunidad. Total, yo olvido
rápido. Mañana sale diciendo que está a favor del indulto y obtiene la simpatía
de alguna masa masoquista. Y desde el helicóptero.
Soy un boxeador chalaco y una cantante huantina. Por qué dicen que se les ha
subido el humo a la cabeza y que pisan huevos. Cada uno tiene el derecho de
creerse más de lo que es o menos de lo que es. Que lance la primera piedra el
que se crea lo que es.
Soy un alcalde de Magdalena que quiere ser alcalde de Lima y que se bajará a
todos sus enemigos cantados, uno de San Miguel, otro de la villa Comunicore.
Soy el ex asesor de Ollanta, un fantasma que enseñan el polo rojo y a veces
abiertamente naranja.
Soy Colombia, y Nicaragua, el que patea el tablero es el que se pica y
es el que pierde. Soy el que se cree ganador ante la Haya frente a Chile,
equidistantemente ingenuo, ojalá no sea como los pronósticos de la selección
eliminada para el próximo mundial.
Soy el machismo que agrede a las mujeres con sus portadas sensacionalistas,
al día siguiente una asesinada en la acera, una piedra roja bermellón. Soy las
casas pitucas que ya decoran sus casas navideñas, olvidando el real sentido
de esas fiestas: empacharse de pavo y tirarse chanchitos de pavo y hablar
como pavos en nombre de Jesús cuando le matan en cada paradero con sus
naves diciendo al vende caramelos: "No niño, anda nomás".
Soy lobista y no me ruborizo; mi gran relacionista público con la población es
el ministerio del Medio Ambiente. Soy del ministro de Economía, y tampoco
tampoco de las mineras. Soy una madre que cambia el pañal con smog y el
mismo pañal de antes.
Soy la política médica de enfermedades terminales. Soy
la píldora anticonceptiva del día siguiente, cara para mujeres que no tienen ni
para comer por culpa de un magistrado del TC, rapado como sus ideas.
soy la derecha ciega de dinero. Soy la izquierda incauta de autocrítica.
Soy el Perú, carajo!