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El fujimorismo terminal

Publicado: 2012-10-30

La preparación del indulto de Alberto Fujimori ha resquebrajado la cúpula del fujimorismo.  Los altos dirigentes son como pavos borrachos en navidad, acéfalos y prestos para el horno del “No al Indulto”, pues en el estado en que van las cosas solo tienen esa dirección. Es fácil deducirlo: Se valen de diferentes estrategias para lograr sus objetivos.

Comunicacionalmente se han ido para el tacho semiótico: Fujimori está triste y moribundo en su cama / Fujimori está alegre pintado por él mismo en un paisaje andino. Es como el ying yang mojado por una brocha gorda. O un mal chiste de un panda que ya no canta. Lo peor de todo es que Kenji, el congresista de su bancada, y su hermana Keiko, ex candidata a la presidencial y lideresa del fujimorismo, se han visto últimamente contra las cuerdas debido a estas imágenes de su padre difundidas en la prensa.

Se supone que el trofeo mayor de la familia Fujimori es conquistar el sí del presidente Ollanta Humala para liberar al reo de la Diroes;  para llegar a eso el socio de Vladimiro Montesinos tiene que dar lástima. Y no lo están consiguiendo porque en el partido fujimorista hay evidentes rasgos de movidas de piezas y cargos de poder que afectan el timón del ansiado indulto humanitario. El desorden es de arriba hacia abajo y viceversa. De fanatismos y egoísmos. De lealtades y compasiones. Es el momento ideal para los que tuvieron algún día el poder en el partido aprovechen las circunstancias y suban en el escalafón naranja.

La mujer de confianza de Keiko Fujimori es Ana Herz de Vega. Mujer calculadora, fuerte: ha ocupado  esa parte maternal que la ex candidata necesita muchas veces para sus consejos y caídas y dudas. Está, incluso, por encima de Jaime Yoshiyama. Ella tiene la fidelidad a Keiko Fujimori… no a Alberto Fujimori. Es por eso que Carlos Raffo y los suyos empiezan una pequeña retoma de poder.

Eso sí, hay todos los ingredientes para preparar el sabor de una victoria fujimorista con lo del Indulto: pronunciamientos de su bancada, portátiles, operadores mediáticos y psicosociales, y trabajos en las sombras. El costo de esta campaña no es cercano a las cifras de una presidencial, pero la inversión llega con los saludos de ciertos congresistas, jefes de campañas, columnistas falderos y televisoras lame quimonos con un dos y un cuatro de marca.

La DBA ha movida sus fuerzas inteligentemente, pero no contaban con repetir los grandes yerros de la campaña pasada. Porque si Carlos Raffo cantaba en los noticieros y periódicos para darle más votos a Keiko Fujimori cuando pugnaba la Presidencia con Ollanta, él mismo está produciendo un efecto contrario con su sola presencia declarando en todos los medios. Me explico: un sentenciado por corrupción hace mala imagen a otro sentenciado por lo mismo y se forma una bola de mala energía política que ni los listos asesores podrán calmar.

Por último, los dos hermanos Kenji y Keiko pelearán por la toma del poder fujimorista.

(publicado en la revista Siete)


Escrito por

Luis Torres Montero.

Periodista. Columnista y escritor. Videorreportero. Comprometido con la libertad de prensa, el arte, y los derechos humanos.


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