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Yo soy…¡Ollanta Humala!

Publicado: 2012-08-14

Yo soy…¡Joe Arroyo! ¡Camilo Sesto! ¡José José! ¡Ollanta Humala! ¿Qué? En la sierra central, el Presidente quiso convencer que es el mismo de antes. Ya está para postular al Yo Soy, guarda bien ese premio de 25 mil dólares, pelado Morán.

 Ollanta quiere ser ídolo. El Presidente dijo en Pampa de Junín -disculpen la tercera persona egotista: “No ha cambiado en Ollanta Humala ni un ápice su condición de presidente de la República para dejar de hablar con ustedes”. De hecho, aclara que el primer poder no lo ha cambiado. También remarca el diálogo directo. Ideas fuerza paporreteadas. Lo cierto es que fue testigo por primera vez de su poca simpatía entre la gente de provincias (la sierra). La baja en las encuestas pone nota y el Ollanta más elemental está de regreso.

Centrémonos en la frase: “no he cambiado ni un ápice”. Habrá querido decir que el Perú neoliberal (ahora encarnado en él) está intacto. Se hizo un Hugo Chávez y al verse fans de Lula Da Silva pocos le creyeron. Busca un modelo urgente para copiar en los anteriores habitantes de la casa Pizarro fantasmas íncubos que rodean la pensante cama matrimonial.

El Presidente es más falso que peruano venido de Argentina con el che hasta para mandar el fax. Los consultores brasileños tienen más panorama; ésta llegaría del entorno Nadine: Cómo volver al Ollanta popular que algún día fue, ese es el reto. Que retorne esa imagen exitosa del macho alfa: temerario, directo, envalentonado. Un líder con la misma venia popular que dejaría la procesión en su andar. La realidad: un Ollanta que no sintoniza con las carencias de los peruanos ninguneados por la ausencia del Estado. En contraste, huele al poderoso de siempre y en Junín él se dio cuenta. Se vio diferente, frente al grupo. Y volvió a mentir.

Con miedos a los grupos de poder, el acercamiento hacia la gente olvidada es improbable. Los miedos traspasan las pieles de los hombres, y los discursos y acciones de Ollanta describen estas debilidades. El que estaba en la punta del cerro sin temor a que se lo baje un hondazo, evita ahora visitar las tierras de conflicto social.

Los principios del nacionalismo y el respeto a las bases del partido le son esquivos. Colisionan con los intereses de los inversionistas. Justamente ‘gobernar para todos los peruanos’ es la gran mentira tapiadora de la gran transformación, una excusa para quedarse tranquilo frente al espejo.

¿Qué diría la gente del programa ‘Yo Soy’ al Presidente? La ex Agua Bella: “Señor, debo decirle que fue el sonsonete de los poderosos, un ritmo facilista”. Fernando Armas, el imitador de lentes hipster acota: “Excelentísimo, para ser Ollanta deje de escribir los cheques con la zurda que solo utiliza la otra para limpiar maquinarias de relave”.

El turno es de Ricardo Morán, el occipital brillante remata:

“Señor Presidente de la República, con mucho respeto, tengo que dar mi voto definitivo y para mí… UD. no es Ollanta Humala”.

Millones de peruanos se joroban de risa.

(publicado en Siete. 14/08/2012)


Escrito por

Luis Torres Montero.

Periodista. Columnista y escritor. Videorreportero. Comprometido con la libertad de prensa, el arte, y los derechos humanos.


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