Analí Cabrera: “Nunca me daré por vencida”
[Conocí a Analí Cabrera hace dos años y algunos meses, en el 2008. Fue en su gimnasio, en San Miguel. Nuestro encuentro fue un mar de palabras, donde vi a una mujer muy fuerte, vital, sana, tan llena de bondad.
Este es el fruto de ese contacto: Una entrevista que sólo se publicó en toda España -por intermedio de la revista "Raíz", donde yo era corresponsal- y que hoy día, tras su lamentable pérdida, sale de inédita para todos los peruanos que viven en el Perú.]
Analí Cabrera, nuestra popular “Chelita”, permanece en la memoria del peruano como una de las actrices más entrañables de la televisión peruana. Actualmente pasa por una situación delicada de salud, pero no se amilana ante nada. En el distrito de San Miguel, nos empapa acerca de su carrera artística y su manera tan saludable y espiritual de ver las cosas. Nos remontamos hacia los ochentas.
Analy ¿Qué barrio recuerdas de tu niñez?
Mi barrio de la avenida Lima, en Barranco. Vivía por la plaza Butters y estudié en el
colegio Santa Rosa. Ahí viví la mayor parte de mi niñez. Paraba saliendo a la calle.
¿Eras ‘pata de perro’?
Sí, paraba de aquí para allá pero no por mi barrio. Mis amigos eran los de la cancha
deportiva. Me iba al Gálvez Chipoco a entrenar para entrar a la Liga de Atletismo de
Barranco. Más tarde jugaba basketball en el colegio Champagnat.
Deportista y sin salir a la calle. ¿Eras algo introvertida?
Hasta ahora. Me siento mucho más ermitaña. Pasó tanto tiempo en mi casa con mi
soledad que mis amigos y familia se preocupan por mí. Y me buscan. Me encanta
pintar, coser, decorar mi casa. Confeccionar cojines, transformo ropa.
¿Qué cambió al paso a la juventud?
Entrados los ochentas tenía 20 años. Me aburrían las personas de mi edad y buscaba
conversar siempre con mis profesores. Los amigos me decían que era una revejida. Me
gustaban las conversaciones de los varones, entre fútbol, que me encanta, y la política.
¿Siempre has tenido relaciones sentimentales duraderas?
Con Lucho Carrizales duré 13 años. Mi matrimonio con Felpudini 4 años y en la
actualidad llevo una relación de 6 años. Pero esta vez, él es más joven que yo (risas).
¿El teatro fue el despertar de lo que sería más tarde, la televisión?
En Histrión empecé con el teatro para niños a los 13 años. Desde temprana edad empecé
a ganar dinero. Me compré mis zapatos porque no me gustaban los zapatos de marca
Bata, esas que eran de punta. También me compré mis útiles de colores. Años después
hice “el Principito”. Mi imagen de niña asexuada, flaquita y de cabello corto, era
adecuada para el papel.
¿Perteneciste al grupo teatral Histrión?
Elmer Alfaro ‘Machucado’ y Rodolfo Carrión ‘Felpudini’ eran egresados y ello sí eran
del grupo Histrión. Yo fui una estudiante. Mis profesores fue Velásquez. También
Chuiman.
De ahí el salto a la TV con Risas y Salsa
Después de estar en Histrión ingreso a Risas y Salsa. Yo sólo quería actuar. Una chica
llamada Liliana Chávez postuló pero después no pudo seguir. El director Efraín Aguilar
me dio la oportunidad y me mandó a aprender el libreto. Eso me cambió la vida.
Entre a Risas, primero, con pequeñas participaciones. Luego, se formó el personaje
de “Chelita”.
¿Cómo fue la preparación la popular Chelita?
Yo la comparé siempre con la historia de Silvestre y Piolín. Hasta yo hacía gestos del
ave. La inocencia de este personaje me gusto muchísimo y lo adopté para Chelita.
Trabajaste con el jefecito, Antonio Salim…
Lo mejor de Antonio Salim era la idea del trabajo en equipo. Compartía con los más
jóvenes sus 20 años de experiencia. También estaban Rodolfo Carrión y Mabel Duclos.
Teníamos mucha química e improvisación.
Paralelamente era el café teatro…
Una chica que había salido en el comercial de la ya extinta gaseosa Lulú había faltado
para la obra del café teatro. La reemplacé y ahí empezó todo.
Te consideras la mejor vedette de los ochentas…
No. Lo que pasa es que nadie sabía que yo cantaba. Tenía una voz nasal y pequeña, y
por eso estudié canto. No hubo oportunidad de compararme: durante el gobierno de
Velasco estaba la Tongolele y en los ochentas, que fue la entrega las televisoras a sus
dueños, había pura argentina. Después vino la imponente Amparo Brambilla. Justo
entré a la televisión cuando cambió de blanco y negro a color.
Analí, ¿Cuéntanos de tu lucha contra el cáncer?
Actualmente paso por la quinta quimioterapia. Todos los años me hacía un examen
general. Hubo tres años que lo descuidé y hace un año y medio me dan el diagnóstico
del cáncer .Lo bueno es la respuesta muy positiva de mi organismo, más de lo que
esperaban los médicos, por mi conducta saludable y métodos de relajación para dominar
los estragos espirituales de este. Es un tumor benigno. Según los doctores, mi tumor
viene de hace diez años -un momento muy deprimente donde ‘Chelita’ perdió diez kilos
con pulmonía incluida-; ahí bajaron mis defensas y entró la enfermedad. No es una
explicación médica pero es mi interpretación espiritual. También están en mis genes
por otros familiares afectados por este mal.
¿Algún saludo para los peruanos en España?
Un saludo para mi mejor amiga, Rosario López, que vive en Madrid. Incluso fue
entrevistada por la televisión española. Está en youtube. Para mis compatriotas, que
ahorren su dinero y que vean siempre cómo invertirlo y de ser posible que lo hagan
en Perú. Que se cuiden todos y espero estar por allá haciendo teatro, con una obra que
preparo par el próximo año.
Realidades:
- Anécdota: En el 81 Analí Cabrera baila a lo Michael Jackson en el café teatro. Pero
tanto lío le hizo Nancy Cabañari que odió a ese personaje. Ella le escondía los guantes,
la peluca, el zapato. Nunca más lo hizo. El siguiente año la llamaron de los musicales.
En el primer año fue primera vedette en la revista, que era una alianza entre Efraín
Aguilar y el que en ese momento fue su esposo, Rodolfo Carrión.