Día Uno.

Dimos con la delegación de la Sra. Fujimori por la tarde.

Estaba almorzando en un norkis de San Juan de Lurigancho.

Durante la salida de la candidata, le pregunté sobre el almacén proselitista que sale de la DIROES, donde está su padre. Se hizo la que no me entendió, en gesto y asombro. Exclamó: "Eso es mentira". Repliqué: "Pero está documentado en La República". Subió a su auto.

Hicieron una parada en el Complejo. Debido a la tardanza, los periodistas comentan que hay poca planificación. Parecía que no sabían a dónde ir. Mientras que subíamos por el cerro hacia el A.A.H.H. "Mano de Dios", hubo dos gritos diciendo, en dos calles consecutivas:"¡Ollanta!". Lógicamente, porque creyeron que éramos parte de la caravana fujimorista.

En la presentación, en una cancha de fulbito, y tras las redes, lejos de la gente, estaban otros, que miraban con recelo y desconfianza a la Sra. Fujimori.

Saliendo de ahí, tuitié, en vivo,con la laptop, algunos detalles curiosos que pasaron:

"Del Norkis, y comido el pollón, la Sra. Fujimori salió veloz. Ahí la agarré. No les miento; un ciclista pasó y dijo: " No pagó el pollo".

"Sra. Fujimori dijo que Ollanta la ataca sólo porqué habló sobre Alberto Fujimori y la DIROES".

"Mate de risa que un chibolo decía: "Keiko, Keiko". Cuando su capucha se salió, dejó ver sus dos cachetes con dos pequeños tatuajes lavables de Ollanta"

por no decir de otro, que tomaba fotos con estas manos:

Niña:

San Juan de Lurigancho, 17 de mayo 2011.