Pregunta de rigor y tarea para la casa:  

Siguiendo el ejemplo islandés: Escojamos a un homosexual o bisexual o variantes para que sea el mandamás del Perú y se acabó la vaina. ¿Estamos seguros que dejaremos a un lado sus lados figuretis para valorar lo que realmente proponen para el bien del país? ¿Acaso un presidente gay será la salvación a nuestros problemas nacionales y culturales? Que entre ya un gay a la casa Pizarro...tal vez la chunte y sea nuestro Obama.

Acá las opciones:

1) Jaime Bayly

2) Gerardo Privat

3) Beto Ortiz

4) Carlos Cacho

5) Timoteo

6) el peluquero de tu esquina

7) Otro

Fundamento: 

Basta del show. Acá los motivos para tener en cuenta un posible presidente gay peruano:

- Valoraríamos la tolerancia sexual a nivel político contra el Cipriani o Giampietri o cualquier nacionalismo 'male'.

- Contra la tara cultural: es privilegiar el pensamiento  y crear un contraefecto para poner en segundo nivel la opción sexual. No es tener un Presidente homosexual per se ; es tener uno con ese detalle que siembre ideas más elevadas. 

- Deshacernos del complejo del macho hispanoamericano. El bruto que piensa desde su complejo (motor principal del caudillismo).

- Reinvidicación de la minoría gay satanizada por nuestra sociedad. Abrir un óptica desde el rechazo para la liberación de otras de su clase.

 Llámenlo locura, lo cierto es que todos los que lean este post estarán bajo tierra si es que esto ocurre.

"Esta es mi tierra, así es mi perú" (bis).

p.d: Me expongo a la joda cómicas de los malapalabreros y ¡bravo!- ya me postularon al cargo, vestos-. Sin darse cuenta caen como presas en mi crítica del anterior post.  Todo lo contrario es lo que pasa en Islandia. El peruano no puede con sus cadenas de risita nerviosa Católica Apostólica Romana; de colonia.